Seguro ya habrán pasado varias semanas desde que hiciste tus propósitos de año nuevo. Por esta misma época el año pasado conversamos sobre los factores claves para que tus propósitos sean exitosos.
A como lo veo, uno de los factores más importantes es establecer metas específicas. Por ejemplo, considera estas metas:
- Voy a ahorrar este año
- Voy a bajar mis deudas
Mira que diferente podrían ser:
- Voy a ahorrar 10% de mis ingresos totales, y para final de 2014 espero tener ahorrados $5,000 (por ejemplo)
- Voy a eliminar completamente mis deudas
Sin embargo, aún así, puede ser difícil llevar a cabo estas metas. La razón es que los humanos tendemos a desanimarnos cuando tenemos un tarea por delante que nos parece titánica. Para evitar esto, podemos picar los propósitos en metas más pequeñas:
- Para poder ahorrar 10% de mis ingresos, voy a:
- Dejar de comprar café en Starbucks todos los días laborables ($5 por día, 200 días al año = $1,000)
- No voy a realizar comprar impulsivas. Cualquier compra superior a $50 la meditaré al menos un día antes de hacerla.
- No gastaré más de $150 comiendo en la calle al mes
- Para eliminar completamente mis d
eudas, voy a:- Empezar por las tarjetas de crédito, donde los intereses son más altos
- Comprometerme a dedicar al menos $500 mensuales a pagar deudas.
- Si en un mes dedico menos de $500 a las deudas, al mes siguiente le añadiré la diferencia (si este mes pagué solamente $400, el mes siguiente serán $600)
Al hacer estas metas más pequeñas que puedes seguir mes a mes, puedes también celebrar cuando cumples con ellas, lo que te da ánimo de seguir adelante.
Para echarte una mano, te dejo un par de apps que puedes utilizar para llevar un control de tus gastos:
Por último, coloca las metas en un lugar visible. Mi esposa coloca las nuestras en la habitación, justo enfrente de la cama, de manera que las veamos todos los días al despertarnos y antes de dormir. Y por cierto, si las metas son comunes (con tu pareja, amigos o familiares), siempre tendrás alguien para celebrar los pequeños logros, echarte una palmada cuando haga falta y, por qué no, darte un jalón de orejas cuando estés procrastinando!